Hace apenas 15
días, siete valencianos de distintas
localidades han
logrado culminar la
primera
peregrinación en carro por la llamada
Ruta de Levante
del Camino de Santiago:
más de 1.118
kilómetros entre la capital
del Turia y la
compostelana, a la antigua
usanza de los
arrieros.
La noticia no
había trascendido hasta
ahora y PARAULA ha podido localizar a uno
de sus
participantes y artífice de esta gesta,
Carmelo
Rodríguez.
- ¿Se trata de
la primera vez que se ha
hecho la ruta
del Este del camino de Santiago
en carro?
- Sí. Que
nosotros tengamos constancia es la
primera vez.
Anteriormente, gentes de Benissa
realizaron el
camino francés, que discurre
desde
Roncesvalles hasta Santiago.
Nosotros, hemos
cogido el camino de Levante,
hasta Zamora, y
luego por el llamado
sanabrés, hasta
Santiago de Compostela.
- Dado que la
peregrinación la han ido
completando en
varias etapas a lo largo
de tres años,
¿cuáles han sido?
-Durante tres
años hemos hecho tres etapas,
una por año.
Cada una de ellas ha durado 12
días. La primera
fuimos de Valencia a Tembleque,
en Toledo; la
segunda, hasta Zamora;
y esta última,
la que hemos realizado desde
Zamora hasta
Santiago de Compostela.
- ¿Cuántos
carros han participado en
esta iniciativa?
- Dos carros,
uno tirado por cuatro caballos,
y otro por dos.
Y, en los carros, nosotros siete
amigos de aquí,
de la huerta, de Torrent, Catarroja,
Albal y
Beniparrell.
- ¿Cómo
describiría la experiencia en sus
diferentes
tramos?
- Hasta llegar a
Zamora, muchos tramos son
la antigua
calzada romana. Pero los problemas
se plantean
cuando las autovías o vías
de tren van
cerrando caminos y, al ir con
carro, no
podíamos pasar por muchos sitios.
Además, la
última etapa, la zona de Galicia,
ha sido muy
montañosa y tampoco cabíamos
con los carros
por muchos caminos.
- ¿Y el tiempo
les ha favorecido o no?
- Este último
año ha sido de mucha lluvia. Incluso
cuando subimos
por Sanabria los montes
tenían algo de
nieve y pasamos mucho
frío. Pero para
los animales ha sido mucho
mejor que si
hubiera hecho calor.
- ¿Cómo se han
organizado para llevar
los carros y
traerlos cuando empezaban
o acaban esos
tramos de doce días?
- Con camiones.
Lo bonito hubiera sido salir
de Valencia y
llegar a Santiago sin parar pero
nadie tiene
tanto tiempo como para dejarlo
todo, trabajo y
familia, durante mes y medio.
- ¿Y el ritmo de
vida a bordo de los carros?
- Son carros
tipo galeras, de dos metros de
ancho por cuatro
de largo, con cuatro ruedas.
Y en los carros
lo llevábamos prácticamente
todo porque
pasábamos el día en el carro.
Dormimos,
comimos... todo junto a las galeras
y los caballos.
Los albergues los utilizábamos
sólo para
ducharnos, pero el resto del
día lo pasábamos
junto a los caballos. Nos levantábamos
a las 5:30 de la
mañana para dar
de comer a los
caballos y poder salir a las 7.
Cada dos horas
parábamos para que descansaran
los animales y
comieran porque si no,
no llegas al
final.
- O sea, a la
antigua usanza.
- Sí. Nosotros
lo que también queríamos reflejar
es lo que hacían
antes los antiguos
arrieros que se
dedicaban a transportar las
mercancías de
unos lugares a otros. Queríamos
vivir esa
experiencia, ver cómo era. Pero
nos hemos
encontrado con los problemas
que ya hemos
comentado: que ahora en los
caminos mandan
los coches, las carreteras,
las autovías y
los ferrocarriles. Creo que es
más problemático
y difícil ahora que antes,
claro.
-¿Y la
convivencia de los siete en los carros?
- Lo interesante
ha sido el convivir durante 12
o 15 días,
dormir, comer todos juntos. Lo
hemos llevado
muy bien entre todos. Y después
también, por la
velocidad, el carro lo
que te permite
es, sobre todo, conocer a la
gente en todos
los sitios por los que vas pasando
y ver cómo se
comportan contigo. La
experiencia más
grata sin duda ha sido eso,
conocer a la
gente, los diversos pueblos y ciudades
por los que
hemos pasado y la buena
gente que
tenemos en España.
- Y a los
caballos no les faltaría comida...
- No, y menos
allí en Galicia donde tenían
muchísimo verde.
- Como
experiencia de fe, ¿también
es recomendable
hacer esta ruta en
carro?
- Sí. Es muy
recomendable, por supuesto.
Es algo que te
llena, que te
marca, que te
hace meditar sobre el
sentido
auténtico de tu vida. Porque
seasmás omenos
creyente -en el grupo
éramos de todo-,
la experiencia que da
el convivir con
la gente, el coincidir y
tratar con
muchos peregrinos es,
cuanto menos,
gratificante. Y luego, la
conmoción que
tienes cuando llegamos
allí y entramos
en la plaza del Obradoiro,
todos nos
quedamos como
mudos.
- ¿Cómo fue la
entrada en Santiago
de Compostela?
- Llegamos a las
9 de la mañana, con los
dos carros, el
tirado por los cuatro caballos
y el de dos.
Cruzamos todo Santiago
y entramos a la
plaza... La verdad
es que fue muy
emocionante. Y después
de tres años
peleando para llegar,
casi no nos lo
creíamos.
- Les recibirían
bien.
- Sí, sí. La
gente muy bien. Llegamos un
día antes,
tuvimos que parar a las afueras
y la gente ahí
se portó muy bien,
muy bien con
nosotros.
- Habrán sido
muchas anécdotas las
vividas, sin
duda, alguna que compartir
ahora en esta
primera ruta
en carro por el
camino de Santiago
desde Valencia.
- La verdad es
que sí hemos tenido muchas
anécdotas.
Recuerdo la entrada en
Ávila, un
domingo sobre la 13:30 horas.
En unos parques
que hay a la entrada
de la ciudad
intentamos dar de beber a
los caballos. En
los parques había unos
merenderos
llenos de gente. Al coger
una manguera
para dar agua a los caballos
nos equivocamos
y en vez de enchufar
para dar agua a
esa manguera,
accionamos otra
y pusimos en marcha
los aspersores.
¡Mojamos a toda la
gente vestida de
domingo! Menos mal
que fueron
considerados y al final nos
reímos todos. Y
así muchas experiencias
más.
_ M.J.FRAILE
La ruta del
Camino
de Santiago de
Levante
fue
redescubierta
en 1991 y su
origen histórico
se
remonta a un
documento
publicado
en el libro
‘Presencia de
peregrinos
en el Hospital
General de
Valencia en el
siglo
XVI
(1543-1601)’, editado por la Asociación Camino de Santiago
de la Comunidad
Valenciana. La obra recoge que hubo trece hospitales
medievales de
peregrinos sólo en la provincia de Valencia.
El camino
valenciano, de 1.118 kilómetros y está dividido en 42
etapas a pie o
20 en bicicleta. Parte de la capital valenciana y discurre
por poblaciones
de la provincia como Alfafar, Benetússer,
Massanassa,
Catarroja, Silla, Almussafes, Benifaió,
Algemesí,
Alzira, Carcaixent, Pobla Llarga, Xàtiva, Alfahuir,
Canals, Vallada,
Moixent y Font de la Figuera.
Una vez fuera de
la Comunidad Valenciana, la ruta sigue por
Almansa,
Higueruela, Chinchilla, Albacete, La Roda, San Clemente,
Mota del Cuervo,
Quintanar de la Orden, Villacañas, Tembleque,
Mora, Toledo,
Torrijos, Escalona, San Martín de
Valdeiglesias,
Cebreros, Avila, Arévalo,Medina del Campo, Navas
del Rey, Toro,
Zamora y conecta con la llamada ‘ruta sanabresa’
hasta Orense y
Santiago de Compostela.
Acaba de ser
reconocido como itinerario ecuestre
El camino de
Santiago de Levante no sólo es cada día más transitado
como sendero de
‘Gran Recorrido’ (GR), sino que, incluso,
ha obtenido
recientemente la homologación como itinerario
ecuestre por la
Real Federación Hípica Española (RFHE), por lo
que cuenta desde
este momento con el código de identificación
IE-016.
Su origen es la
ciudad de Valencia y hasta llegar a la ciudad de
Santiago de
Compostela, recorre más de 90 municipios y cinco
comunidades
autónomas, todas ellas con amplia tradición ecuestre.
Está basado en
el trazado que actualmente realizan los peregrinos
a pie desde
Valencia hasta Santiago, aunque hay algunas
modificaciones
encaminadas a minimizar los inconvenientes que
el jinete y su
caballo suelen encontrarse al recorrer el camino.
Su incorporación
al proyecto ecuestre de la Real Federación
Hípica Española
supone, “un claro impulso a la marca Turismo
Ecuestre España
ya que el Camino de Santiago es la ruta turística
más
internacional de España” ha afirmado Javier Revuelta,
presidente de la
Real Federación Hípica Española.
El proyecto ha
iniciado su señalización y ha sido presentado en
el I Congreso
Nacional de Turismo Ecuestre de la Real Federación
Hípica Española
que se ha celebrado la pasada semana en
Cofrentes.
ElCamino de
Santiago deLevante resurge
Carmelo
Rodríguez, junto a Gerardo
Mora, Juan
Antonio Gradolí, Cayetano
Avia, Carmelo
Rodríguez, José y
Salvador Royo e Ignacio Chacón,
comenzaron
esta particular
peregrinación a Santiago de
Compostela en
2011.
Este grupo de
amigos se había formado años
antes en la
Federación Valenciana de las Bendiciones
de Sant Antoni
Abad, que agrupa ya a 17 municipios
valencianos
interesados en conservar y
revalorizar la
‘Festa de Sant Antoni Abad’, así como la cultura
y las
tradiciones relacionadas con los carros y caballos.
Todos pertenecen
a esta federación y de alguna manera u otra se relacionan
con el mundo
ecuestre por vía familiar. En el caso de Carmelo (51 años y vecino de
Albal) el uso del
carro y el caballo se remonta a sus abuelos. Carmelo es la tercera generación
en la familia
que se dedica a la venta de productos lácteos. Él junto a su hermano Enric
son propietarios
de Granja Rinya, una empresa valenciana que nace de la tradición vaquera
dedicada a los
postres y cuya especialidad es el queso tradicional valenciano, el de
‘servilleta’
y el de
‘caçoleta’, por los que han obtenido premios nacionales e internacionales.
Carmelo
está casado y es
padre de dos hijos. Como nos comenta Gerardo Mora, “trabaja muchísimo y es un hombre
ejemplar. Todos los días, a las cinco de la tarde sale a pasear con su padre”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario