La Federación de Sant Antoni Abad surge como una iniciativa que pretende dar a conocer y apoyar la festividad de Sant Antoni Abad, asi como también todo aquello relacionado con los antiguos oficios. Es una Federación que aglutina a todos los municipios interesados por conservar y revalorizar la Fiesta de Sant Antoni, así como la cultura y las tradiciones relacionadas con los carros y caballos.
sábado, 30 de junio de 2012
miércoles, 6 de junio de 2012
TRILLA EN ALDAIA DIA 20 de JULIO
El viernes día 20 de Julio, se
celebrará La recreación de la Trilla , junto al Mercado de Aldaia.
Se tratará de recrear el proceso
de la trilla, mediante el cual se separaba el grano de la paja después de la
siega.
Aquí os explicamos el proceso:
LA SIEGA Y LA TRILLA
La siega era una de las tareas
agrícolas más duras, debido a las condiciones en las que se realizaba. En la
época de siega hacía mucho calor y debía de concluirse cuanto antes, para
evitar que el tiempo atmosférico pudiese desbaratar la cosecha del año.
Debía segarse aprovechando los
momentos adecuados, ya que si la siembra se pasaba, la mies se descabeza y cae
la espiga al suelo.
Los mejores momentos para la siega
son cuando se reviene o blandea, que suele producirse a primeras horas de la mañana
y al atardecer cuando el relente nocturno y la puesta de sol, suavizan la mies.
Cuando las espigas estaban secas,
se comenzaba a segar; la espiga se dobla por estar cargada de grano y adquiere
un color dorado. Primero las cebadas, luego los trigos y centenos, y finalmente
la avena.
Los meses en los que se suele
llevar a cabo esta tarea son en Junio y Julio, con las espigas ya bien granadas
y doradas.
Todos los integrantes de la
familia solían participar en la siega, ayudándose unos a otros para acabar
cuanto antes.
Para ello empleaban una hoz curvada, y una zoqueta.
-La hoz era curvada afilada para cortar las espigas.
Para ello empleaban una hoz curvada, y una zoqueta.
-La hoz era curvada afilada para cortar las espigas.
-La zoqueta, se ataba a la mano con
una cuerda, y protegía la mano del segador del roce con la hoz. Dentro se
escondían los dedos más pequeños, y fuera se quedaba el pulgar y el índice para
apresar las cañas de las espigas segadas.
El segador cogía las mies con la
mano protegida por la zoqueta, y la cortaba con la contraria, donde empuñaba la
hoz.
Además, también se protegía el
brazo del segador con unos manguitos, que son unas fundas de lona que rodean el
brazo hasta el codo para que la mies no le roce y dañe la piel, y unos dediles
para cubrir las heridas por cortes.
La mies se depositaba en el suelo,
donde se formaban las gavillas que posteriormente se debían atar, para
cargarlas en el carro.
Cuando se acababa la siega, se preparaban para el
acarreo por carros y galeras a la era, que se situaban en los alrededores del pueblo. Se podían llevar en pequeñas cargas de 8 o 10 haces en un macho, pero generalmente se empleaban los carros de dos varas.
Al llegar a la era, se descargaban del carro los haces y se echaban al suelo. Luego se hacía la hacina o cina, que se formaba toda la era adelante, se ponían unos haces encima de otros. Se colocaban colocando los haces con las espigas hacia adentro para que no se mojasen en caso de lluvia.
Los hombres extendían la mies de
la cina, llevando los haces con la horca, los desataban y esparcían en círculos
la parva.
La Horca era de madera de olmo, de generalmente cuatro o cinco dientes, con un tronco largo para su manejo, y servía para volver la parva y aventar, una vez trillada la mies, lanzando al aire el cereal.
Con el rastro, el labrador acercaba la mies trillada hacia el centro de la parva.
Durante la jornada, las bestias arrastran la trilla, dando vueltas sobre la parva, donde los pedernales de la trilla van desgranando las espigas y cortando sus cañas hasta convertirlas en pajas.
La Horca era de madera de olmo, de generalmente cuatro o cinco dientes, con un tronco largo para su manejo, y servía para volver la parva y aventar, una vez trillada la mies, lanzando al aire el cereal.
Con el rastro, el labrador acercaba la mies trillada hacia el centro de la parva.
Durante la jornada, las bestias arrastran la trilla, dando vueltas sobre la parva, donde los pedernales de la trilla van desgranando las espigas y cortando sus cañas hasta convertirlas en pajas.
La trilla consta de tres o cuatro
tablones de madera unidos por medio de cabezales, colocados sobre las tablas
para ensamblar el
conjunto.
Los que manejaban la trilla, iban de pie o sentados
sobre una pequeña silla, y llevaban una vara de oliva o un pequeño látigo para
fustigar a los animales y que aviven el paso.
De vez en cuando, era conveniente
voltear la mies con la horca, evitando así amontonamientos y favoreciendo que
ésta sea triturada uniformemente.
conjunto.
http://www.los-santos.com/album-antiguas-06.htm |
http://www.cuevasdelcampomuchopordescubrir.com/2009/03/el-trillo-la-trilla-y-la-era.html |
También empleaban la pala, que servía para volver la mies de la parva cuando ya esta triturada y aventarla
cuando los dientes de la horca son incapaces de cogerla.
Después de trillar la parva, la
mies se apilaba, tirando las yuntas y con la ayuda del rastro, se barría juntando
la paja y grano en el montón que sería aventado posteriormente.
Cuando el aire se levantaba, se procedía al aventado. Primero con la horca se eliminaba la paja más larga, y aprovechando el viento a favor, se procedía a aventar.
Se lanzaba hacia arriba una pequeña porción de paja, de manera que al caer al suelo, se separa por un lado el grano que al ser más pesado, cae verticalmente, y por otro la paja, que al ser ligera, se desplaza unos metros.
Para este proceso, con el paso de los años, también se ha empleado la aventadora, que realiza simultáneamente las dos tareas.
Cuando el aire se levantaba, se procedía al aventado. Primero con la horca se eliminaba la paja más larga, y aprovechando el viento a favor, se procedía a aventar.
Se lanzaba hacia arriba una pequeña porción de paja, de manera que al caer al suelo, se separa por un lado el grano que al ser más pesado, cae verticalmente, y por otro la paja, que al ser ligera, se desplaza unos metros.
Para la limpieza final del grano,
se emplean cribas, que son zarandeadas por una persona, de manera que el grano
limpio cae al suelo y las pajas quedan en la criba.
Las cribas consistían en un aro de madera de chopo con un cedazo metálico o de piel, perforada con unos agujeros según el tipo de grano.
Este proceso evolucionó, incorporandose máquinas que realizaban dicha faena.
Primero aparecieron las primeras abeldadoras o aventadoras, que llevaban un gran ventilador con una tolva donde se echaba lo trillado y unas cribas que vibraban atrás. Una persona daba vueltas a una manivela con la mano y esto movía unas aspas que producían aire para arrastras la paja; así el trigo salía limpio por delante, la paja era impulsada por detrás por el ventilador y las granzas por un lado.
Con los años, la manivela se sustituyó por un motor que iba atornillado encima de la abeldadora
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Para este proceso, con el paso de los años, también se ha empleado la aventadora, que realiza simultáneamente las dos tareas.
Una vez todo limpio, se recogía el grano en talegas, y la paja se almacenaba en el pajar transportándola
con la jabega, que es una red de cuerda de esparto para transportar la paja.
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